El espíritu de la belle epoque a orillas del mediterráneo

Las Villas de Benicàssim se alzan junto a la playa del Voramar, a muy poca distancia del Hotel Jardín de Bellver. Un conjunto de viviendas levantadas entre el final del siglo XIX y los primeros años del siglo XX que mantienen un aspecto que recuerda su origen, en pleno modernismo.

El Paseo Pilar Coloma acoge a estas villas, junto a otras edificaciones posteriores, mostrando una de las épocas más atractivas de Benicàssim, mucho antes de que se convirtiera en el punto focal del turismo castellonense que es hoy. Dando un paseo, lento, disfrutando de las vistas que ofrece este conjunto arquitectónico tan curioso, podemos apreciar rincones muy atractivos y agradables para admirar.

Estas villas modernistas fueron levantadas por familias de empresarios, tanto de la vecina Castellón como de otros puntos como Valencia, movidos por el ingeniero Joaquín Coloma, responsable de la línea ferroviaria entre Castellón y Barcelona. La primera villa se llamó Villa Pilar, en honor a su esposa.
Esta norma siguió en las siguientes, en las que los nombres de las villas están dedicados a las damas que formaban parte de esas familias con poder económico y social.

Villa Elisa, Villa María, Villa Carmen, Villa Paquita, Villa Rosita… son alguno de los nombres que lucen en sus portales estas impresionantes villas, aunque otra reciben otros nombres como Villa del Mar, Villa el Barco o Villa Carpi, en referencia a apellidos y aficiones de sus propietarios.

El paseo por las villas se divide en tres partes diferenciadas y que tienen su origen en esos tiempos cuando se levantaron las villas. La Corte Celestial es la primera llegando desde la Torre de San Vicente, dónde se celebran muchas actividades para los más pequeños y se puede disfrutar de una buena sombra gracias al jardín que se levanta junto a ella.

En este lugar la vida era tranquila y no existía mucho jaleo. Las familias que se establecieron en esta parte no celebraban muchas fiestas y la tranquilidad reinaba en este espacio. La tranquilidad predominaba y los paseos eran más agradables en este lugar.

Los jardines de Comins se conocían como El Limbo, porque eran la separación natural entre la Corte Celestial y El Infierno.

Las grandes fiestas eran las protagonistas de estas villas ubicadas en la parte Norte de lo que hoy es el paseo Pilar Coloma. A ellas acudían lo mejor de la sociedad castellonense y valenciana. Estas fiestas, que el tiempo ha aplacado, han dejado su huella en un rincón de Benicàssim que esconde mucha historia que podemos entender hoy en día.

El festival de recreación Belle Epoque se celebra en el mes de septiembre y gracias a él, las Villas recuperan por unos días el espíritu de aquellos años en los que se vivía intensamente esos años de fiesta y alegría a orillas del Mediterráneo.

Un paseo por la zona de las Villas de Benicàssim, junto a una de las mejores playas de la provincia de Castellón, es una excelente opción para una mañana o una tarde en la población castellonense.